MANAGERS Y PRENSAS 4
En una entrevista a la revista Soy Rock, publicada en la edición número 48 de mayo de 2008, Martín "Mono" Fabio, cantante de Kapanga (una de las pocas bandas que si las vas a ver tenés el 100% asegurado de que vas a pasarla bien) contó una anécdota acerca de una vieja relación con el primer manager que tuvieron. El mismo se llamaba Fer López y según afirma el Mono, se quedó con el caché de un show realizado en Entre Ríos. Así contaba lo sucedido:
“Fer López era un pibe acá del barrio. Como nosotros recién arrancábamos en el palo, él nos llevaba muchos kilómetros de ventaja. Una vez fuimos a tocar a Entre Ríos y el dueño del boliche, según Fer, no nos había pagado. Así que lo prendí fuego en una radio al chabón: “Pichín de Nogoyá, garca, danos lo que nos debés”. Y este Pichín fue a buscarme a la radio y me dijo “Vos estás diciendo cosas de mí que no son ciertas, yo le pagué a Fer”. Volví y los llamé al Maffia y al Balde para decirles que Fer se había quedado con un vuelto de 600 pesos. Le mandamos un mensaje al beeper que decía: “Mañana reunión en la casa del Mono para charlar un par de cositas”. Cuando le conté que me había encontrado con Pichín, el tipo se puso blanco. No le pegamos a Fer, pero le dimos una patada en el culo y lo echamos como una rata. Fue muy gracioso, porque yo lo apuraba, el Balde me sacaba y lo empezaba a encarar, y después venía Maffia, lo corría y le gritaba.”
En la siguiente respuesta, conjugaba todo en una frase de Willy Crook, producto de otra anécdota en cuestión: “A mi me quedó grabada una frase que nos dijo Willy Crook: “Tengan cuidado, que un manager siempre es un manager”. Eran las 9 de la mañana, el tipo tenía un vaso de fernet en la mano que se había volcado en su remera blanca. Lo habían dejado a gamba los músicos y el manager porque había roto el hotel y lo terminó sacando la policía. No tenía plata y estaba solo en el aeropuerto, entonces le pagamos el pasaje para que se volviera.”
Dos detalles de color aparte de cerciorarnos de que el tal Fer era un garca cuasi de la talla de Marcos de Nueve Reinas. El primero, lo puestísimo que debería haber estado el Willy; y segundo, la paradoja de que la charla sobre el antiguo manager de Kapanga se da con alguien que trabaja para la misma empresa que le produce ejecutivamente/managerea sus discos. Bien dijo Willy: “Tengan cuidado, un manager siempre es un manager” (por más que hoy te esté haciendo una entrevista).