La canción comenzó a difundirse, y llegó en 1996 a los oídos bolivianos gracias al canal 7 de La Paz (levantando una nota de TELEFE que ya empezaba a dar rosca a la canción), provocando un rechazo por parte del país vecino por entender que la letra agraviaba a su nación. La embajada de Bolivia consiguió que el tema deje de difundirse y exigió disculpas y rectificaciones por parte de la banda, cosa que en varios medios circuló como realizada, pero sus integrantes siempre negaron tal rectificación.
* Suplemento NO Página 12 (2/12/99), firmada por Pablo Potkin y Roque Casciero: “…el embajador boliviano no entendía de estas cosas y se molestó por la directa relación entre su país y las drogas (que va’cer, vieja...), entonces el trío de Mataderos se disculpó públicamente y explicó que se había inspirado en la película Expreso de medianoche.”
* Suplemento SI Clarín (abril de 1996), firmada por Fernando García, tenía como título “Una metida de pata” y como volanta “La Renga se disculpó ante el gobierno boliviano por la letra de una canción”.
* Entrevista Revista Retila Magazine (EEUU, 1997), firmada por Edith Bican: (en palabras de los integrantes de La Renga) “En Bolivia se ofendieron, pero la verdad es que nunca nos disculpamos con la embajada, como se dijo, sencillamente insistìmos en que los que no entendieron la letra fueron ellos, y que nosotros seguirìamos tocando la canción...”.
Numerosos noticieros y diarios se encargaron de masificar la cuestión cargando contra la banda (especialmente TELEFE y el programa Mediodía con Mauro), y de resaltar que la canción había sido censurada por el COMFER haciendo hincapié en ciertas partes de la letra como: “Cocaína, cocaína, ya me voy para Bolivia” o “Cocaína, cocaína, me corre la policía/cocaína, marihuana, por turista voy en cana/Cocaína, cocaína, se la quedan los de arriba/cocaína, marihuana, prenden fuego y no queman nada.”
El hermetismo que siempre tuvo la banda con la prensa obviamente se hizo más profundo, y una entrevista en particular, realizada meses antes de que estalle el conflicto con la canción, fue como el puntapié para que la relación parezca no tener vuelta atrás. La misma data del viernes 30 de octubre de 1995, realizada por el suplemento Sí del diario Clarín, titulada “Los pibes te hacen estrella aunque no quieras” (FOTO). Allí, al tiempo que merodeaba la charla entre las preguntas acerca del rock barrial, la autogestión y la marginalidad, dos apartados llamaban la atención: el primero cargaba con la letra de la canción Blues de Bolivia y su censura, y el segundo se titulaba “Los Redondos vs. La Renga. Pequeñas/Grandes diferencias”, como confrontando a los dos grupos.
En diciembre de ese mismo año, en una entrevista para la revista Chaucha y Palito, los integrantes de la banda hablaban acerca de la nota en Clarín:
“¿Qué piensan del reportaje del “Si de Clarin”?
Tete: es una porquería porque pusieron cosas que no dijimos y pusieron boludeces.
Chizzo: Capas que contabamos boludeces y el chabón las puso. Esa que contamos que se coreaba el número de teléfono fue un comentario que se hizo así (al Tete).
Chiflo: El chabón puso las boludeces que el quería poner.
Tete: Yo creo que fue un reportaje mal intencionado.
Manu: Es un psicólogo frustado el chabón.
Chiflo: El chabón sabía el significado de las letras y de los temas.
Chizzo: ¡Qué va a saber! No sabe hacer una nota.
Chiflo: El chabón pone la onda que él quiere porque no le interesa el grupo.
Tanque: El chabón es un tarado.
Tete y Tanque: Los del SI son todos tarados.
Chizzo: Ponen, sexo, vicio y Rock & Roll, nos catan de que somos re malos, que nos portamos mal, que nos drogamos todo el tiempo.
(…)
Chizzo: Ponen LA RENGA vs LOS REDONDOS, están creando una rivalidad, porque el que la lee dice uh! mirá estos están en contra, ahí se crea una rivalidad.
Tanque: El chabón nos pregunta que banda es la que más nos gusta y todos dijimos Los Redondos.”
Entre notas al parecer tergiversadas y apariciones en televisión y en primera plana de diarios argentinos y bolivianos, el resultado fue un claro resquemor por parte de la banda hacia los medios de comunicación. Es así que en el disco “Despedazado por mil partes” (sucesor de “Bailando en una pata”) del mismo año 1996, una canción asoma como pareciendo responder a ciertas palabras que circularon de más durante todo el revuelo de Blues de Bolivia:
A la carga mi rocanrol
A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja.
Y si mi boca de dragón enciende la mecha
y no te gusta que diga una sola verdad
vas a usar tu prensa para aplastarme,
y a la canción de la vida vas a desterrar.
Vas a estar perdiendo el tiempo,
porque atrás nuestro viene un viento
que derriba todo lo que toca,
porque mi canto ya tiene otras bocas
y ya nadie lo puede callar.
A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja.
si mi lengua de fuego no tiene ni un pelo
y no te gusta que te cuente la realidad
vas a apuntar tu cañón a nuestras mentes
y a la canción de la vida aniquilar.
Vas a estar perdiendo el tiempo,
porque atrás nuestro viene un viento
que derriba todo lo que toca,
porque mi canto ya tiene otras bocas
y ya nadie lo puede callar.
Fuentes:
Blog LMDS La Renga
Revista Chaucha y Palito
Diario Clarín
Diario Página 12
Mi cerebro