miércoles, 28 de julio de 2010

A la carga mi rocanrol

POLEMICAS

A finales del año 1994, La Renga colmaba Obras con tan solo un disco a cuestas, para luego editar el show en un disco que se llamó “Bailando en una pata”. Allí aparecían las canciones que habían formado parte del casero “Esquivando Charcos”, y una de ellas era “Blues de Bolivia”, tema que, según su autor Gustavo Nápoli (Chizzo), estaba inspirado en la odisea del protagonista de la película Expreso de Medianoche.




La canción comenzó a difundirse, y llegó en 1996 a los oídos bolivianos gracias al canal 7 de La Paz (levantando una nota de TELEFE que ya empezaba a dar rosca a la canción), provocando un rechazo por parte del país vecino por entender que la letra agraviaba a su nación. La embajada de Bolivia consiguió que el tema deje de difundirse y exigió disculpas y rectificaciones por parte de la banda, cosa que en varios medios circuló como realizada, pero sus integrantes siempre negaron tal rectificación.

* Suplemento NO Página 12 (2/12/99), firmada por Pablo Potkin y Roque Casciero: “…el embajador boliviano no entendía de estas cosas y se molestó por la directa relación entre su país y las drogas (que va’cer, vieja...), entonces el trío de Mataderos se disculpó públicamente y explicó que se había inspirado en la película Expreso de medianoche.”
* Suplemento SI Clarín (abril de 1996), firmada por Fernando García, tenía como título “Una metida de pata” y como volanta “La Renga se disculpó ante el gobierno boliviano por la letra de una canción”.
* Entrevista Revista Retila Magazine (EEUU, 1997), firmada por Edith Bican: (en palabras de los integrantes de La Renga) “En Bolivia se ofendieron, pero la verdad es que nunca nos disculpamos con la embajada, como se dijo, sencillamente insistìmos en que los que no entendieron la letra fueron ellos, y que nosotros seguirìamos tocando la canción...”.

Numerosos noticieros y diarios se encargaron de masificar la cuestión cargando contra la banda (especialmente TELEFE y el programa Mediodía con Mauro), y de resaltar que la canción había sido censurada por el COMFER haciendo hincapié en ciertas partes de la letra como: “Cocaína, cocaína, ya me voy para Bolivia” o “Cocaína, cocaína, me corre la policía/cocaína, marihuana, por turista voy en cana/Cocaína, cocaína, se la quedan los de arriba/cocaína, marihuana, prenden fuego y no queman nada.”

El hermetismo que siempre tuvo la banda con la prensa obviamente se hizo más profundo, y una entrevista en particular, realizada meses antes de que estalle el conflicto con la canción, fue como el puntapié para que la relación parezca no tener vuelta atrás. La misma data del viernes 30 de octubre de 1995, realizada por el suplemento Sí del diario Clarín, titulada “Los pibes te hacen estrella aunque no quieras” (FOTO). Allí, al tiempo que merodeaba la charla entre las preguntas acerca del rock barrial, la autogestión y la marginalidad, dos apartados llamaban la atención: el primero cargaba con la letra de la canción Blues de Bolivia y su censura, y el segundo se titulaba “Los Redondos vs. La Renga. Pequeñas/Grandes diferencias”, como confrontando a los dos grupos.

En diciembre de ese mismo año, en una entrevista para la revista Chaucha y Palito, los integrantes de la banda hablaban acerca de la nota en Clarín:
“¿Qué piensan del reportaje del “Si de Clarin”?
Tete: es una porquería porque pusieron cosas que no dijimos y pusieron boludeces.
Chizzo: Capas que contabamos boludeces y el chabón las puso. Esa que contamos que se coreaba el número de teléfono fue un comentario que se hizo así (al Tete).
Chiflo: El chabón puso las boludeces que el quería poner.
Tete: Yo creo que fue un reportaje mal intencionado.
Manu: Es un psicólogo frustado el chabón.
Chiflo: El chabón sabía el significado de las letras y de los temas.
Chizzo: ¡Qué va a saber! No sabe hacer una nota.
Chiflo: El chabón pone la onda que él quiere porque no le interesa el grupo.
Tanque: El chabón es un tarado.
Tete y Tanque: Los del SI son todos tarados.
Chizzo: Ponen, sexo, vicio y Rock & Roll, nos catan de que somos re malos, que nos portamos mal, que nos drogamos todo el tiempo.
(…)
Chizzo: Ponen LA RENGA vs LOS REDONDOS, están creando una rivalidad, porque el que la lee dice uh! mirá estos están en contra, ahí se crea una rivalidad.
Tanque: El chabón nos pregunta que banda es la que más nos gusta y todos dijimos Los Redondos.”

Entre notas al parecer tergiversadas y apariciones en televisión y en primera plana de diarios argentinos y bolivianos, el resultado fue un claro resquemor por parte de la banda hacia los medios de comunicación. Es así que en el disco “Despedazado por mil partes” (sucesor de “Bailando en una pata”) del mismo año 1996, una canción asoma como pareciendo responder a ciertas palabras que circularon de más durante todo el revuelo de Blues de Bolivia:

A la carga mi rocanrol

A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja.
Y si mi boca de dragón enciende la mecha
y no te gusta que diga una sola verdad
vas a usar tu prensa para aplastarme,
y a la canción de la vida vas a desterrar.

Vas a estar perdiendo el tiempo,
porque atrás nuestro viene un viento
que derriba todo lo que toca,
porque mi canto ya tiene otras bocas
y ya nadie lo puede callar.

A la carga mi rocanrol, desborda cualquier mar
que contenga el gran vaso de tu cola de paja.
si mi lengua de fuego no tiene ni un pelo
y no te gusta que te cuente la realidad
vas a apuntar tu cañón a nuestras mentes
y a la canción de la vida aniquilar.

Vas a estar perdiendo el tiempo,
porque atrás nuestro viene un viento
que derriba todo lo que toca,
porque mi canto ya tiene otras bocas
y ya nadie lo puede callar.



Fuentes:
Blog LMDS La Renga
Revista Chaucha y Palito
Diario Clarín
Diario Página 12
Mi cerebro

lunes, 5 de julio de 2010

¿Intrusos en el rock?

Después de mucho tiempo de dormir sobre el colchón del rock argentino envuelto en sábanas periodísticas, este blog ha vuelto a despertarse luego de que una mañana de viernes, el suplemento joven del diario “de la gente” lo desayunara con una entrevista que le causó una especie de deja vu no muy agradable.

La nota de tapa del Suplemento Sí de Clarín del viernes 25 de junio de 2010, prometía entrevistas a los dos ex guitarristas de Callejeros, y el título de la referida a uno de ellos, Elio Delgado, lo define todo: “Callejeros no existe más, ahora es Pato y sus amigos”. Pero la tela se invita a cortar sola cuando ante la primera pregunta aparece en palabras de Delgado, la frase “Callejeros es una secta”. Y así las frases repletas de bronca y resentimiento empiezan a ser escupidas casi sin pausa: “Después de Cromañón agarró la cabeza Daniel Cardell, que era el escenógrafo, y quedó como manager. Ese es el más garca de todos los que están ahí. Es el chupasangre de Pato (Fontanet). Daniel y Juancho (Carbone, saxo) lo tienen como la gallina de los huevos de oro, lo usan de títere. Los que están alrededor son de cartón. Esa es la movida. Son unas ratas tremendas”. También hay muchas contradicciones y demás cosas que rozan la indignación, en palabras de un joven de 25 que siendo adolescente fue uno de los protagonistas de la mayor tragedia en la historia del rock argentino: (hablando de Callejeros) "Después de Cromañón, los chabones cambiaron mucho. Tienen una locura grande, hay mucha paranoia en la banda y un montón de enfermedades psicológicas importantes. Están re locos, limados de la cabeza (…) Van a lucrar hasta donde puedan, tarde o temprano se les va a caer la careta". Pero unas líneas antes decía: “Yo tocaba por el sueldo: laburaba como empleado. Callejeros nunca me gustó. Musicalmente son horribles”.

Como se sabe, es siempre muy delicado entrar en discusión acerca de lo sucedido en Cromagnon, y al mismo tiempo, no es el fin del blog adentrarse en la disputa entre músicos, ya que no es “Intrusos en el rock” y no hay ningún adorador de Rial, por lo menos por acá. La memoria aun funciona y retrocedimos muy poco en el tiempo, más precisamente al 30 de abril de este año, para recordar una entrevista a otro ex guitarrista de una banda de nombre, más precisamente a Tavo Kupinski, de Los Piojos. La nota, al igual que la otra, ¿casualmente? estaba firmada por el mismo periodista: Nicolás Igarzábal. Aquella nota cuyo título fue “Hacía rato que ya no éramos una banda”, dio mucho que hablar por las duras declaraciones del ahora integrante de Las Pelotas contra Ciro, el bajista Micky, y el manager de la banda.

Las dos notas se centran en situaciones idénticas (ex que despotrican contra los “líderes” de los grupos que formaron parte, mientras promocionan sus nuevos proyectos) y son encaradas de una posición similar por parte del entrevistador al comienzo, al tocar el tema de la partida anterior de otro integrante (el baterista Vázquez en Callejeros y el guitarrista Fernández en Los Piojos), y la búsqueda de una respuesta que dispare contra quienes tomaban las decisiones. Tajantes, los dos títulos (que son la cara visible de las notas) ofrecen frases casi calcadas con respecto a la situación de las bandas: “Callejeros no existe más, ahora es Pato y sus amigos” por un lado, y “Hacía rato que ya no éramos una banda” por el lado piojoso.

Es lógica la postura de un diario comercial de querer hacer entrevistas en pos de armar un revuelo, pero a veces se puede ir de las manos cuando se sacan los trapitos al sol y de tanta quemadura terminan incendiándose. Las respuestas de Delgado lo ubican ante los lectores en una posición demasiado contradictoria y falta de compromiso con la grave situación que vivió, mientras que por el lado de Kupinski, si bien no lo dejan mal parado, arman un conventillo típico de los programas de televisión de la tarde con rubias pulposas y personajes patéticos que solo quieren un poco de fama. Pero no parece ser esta la búsqueda del rock, o al menos no de manera tan evidente.

Esperemos que en un futuro no llegue la respuesta de Ciro Martínez, o nuevas notas como “las confesiones de los dos ex integrantes de No Te Va Gustar” o “la verdadera razón de por qué Los Cadillacs no volvieron con dos de sus integrantes”. De tal manera si no, estaríamos siendo testigos de una nueva forma de vender dentro del mainstream del rock argentino, sumándose así a otras para nada agradables (lugares que cobran fortunas a los músicos para que toquen, medios que cobran o canjean entrevistas, megafestivales entre amigos, etc.) que parecen ya formar parte de la vida cotidiana. Siempre hubo declaraciones fuertes y duros cruces entre músicos, pero dos notas casi calcadas con fines idénticos en tan poco tiempo nos hace poner un poco paranoicos respecto a esta cuestión.

El propio periodista por su parte, de forma irónica creó un post en su blog referido a la segunda de las notas, que causó una buena discusión en los comentarios, con dos posturas antagónicas defendidas a rajatabla, donde la carrera Ciencias de la Comunicación de la UBA fue la vedette al citarse muchos de los intelectuales que forman parte de su bibliografía.